La marihuana o el aceite de hachís puede mezclarse con comida o bebidas a las que comúnmente se les denomina “comestibles” o “edibles”. Brownies, galletas, dulces, sodas y té son algunas de las formas populares.

Cuando una persona fuma marihuana, siente los efectos de inmediato. Cuando una persona come o bebe marihuana mezclada con alimentos o bebidas, le puede llevar de 30 a 45 minutos digerirla, así que el lapso de tiempo para que la droga se active es más largo. En otras palabras, la persona no siente los efectos de inmediato. Debido a esto, a menudo las personas comen más. Cuando los efectos impactan al final, las posibilidades de llegar a estar extremadamente intoxicado e incluso tener un episodio psicótico se incrementan enormemente.

La cantidad de marihuana en los comestibles puede variar mucho, y la cantidad de THC puede ser tan grande, que las personas han informado de extrema paranoia y ansiedad que linda en el comportamiento psicótico como resultado.

Aquí hay sólo unos cuantos casos notables que involucran comestibles: Un reportero del New York Times comió una barra de chocolate con infusión de marihuana y pasó ocho horas acurrucado en un “estado de alucinaciones”. Un adolescente en Colorado comió una porción de galleta con infusión de marihuana, 1/6 parte de una galleta. Después de 30 a 60 minutos no sentía nada, así que se comió el resto de la galleta. Después de que los efectos de la droga se activaron, saltó del balcón de un 4° piso y murió de la caída.

Vapear la marihuana se hace colocando cannabis pura o aceite de THC en un vaporizador o cigarrillo electrónico (e-cigarrillo). Aunque hay quien afirma que esta es una manera “más saludable” de consumir marihuana, los efectos de los vaporizadores y cigarrillos electrónicos aún no han sido investigados completamente en estudios a gran escala.