El uso recreativo de los fármacos recetados es un problema grave en los adolescentes y jóvenes adultos. Estudios nacionales en EE.UU. muestran que un adolescente tiene más probabilidades de haber consumido fármacos recetados que drogas callejeras ilegales.
Muchos adolescentes piensan que los fármacos recetados son seguros porque los receta un médico. Pero tomarlos para uso no médico, para darse un “viaje” o para “auto-medicarse”, puede ser tan peligroso y adictivo como tomar drogas callejeras ilegales.
Existen riesgos muy graves para la salud cuando se toman fármacos con receta. Esta es la razón por la que se toman sólo bajo el cuidado de un médico. Y aun así, tienen que vigilarse de cerca para evitar la adicción u otros problemas.
Muchas pastillas tienen la misma apariencia. Es muy peligroso tomar una pastilla sobre la que no estás seguro o que no te la hayan recetado a ti. Las personas también pueden tener reacciones diferentes a los fármacos, debido a las diferencias en la química corporal de cada persona. Un fármaco que estaba bien para una persona puede ser muy arriesgado, incluso mortal, para otra persona.
Los fármacos recetados sólo son seguros para la persona a quién se le recetaron y para nadie más.