- Se estima que unos 13.5 millones de personas en el mundo toman opiáceos (drogas similares al opio), incluyendo 9.2 millones que consumen heroína.
- En el 2007, el 93% de los suministros mundiales de opio provenían de Afganistán. (El opio es la materia prima para el abastecimiento de la heroína). Su valor total de exportación era de unos 4 mil millones de dólares, de los cuales casi tres cuartos se iba a los traficantes. Aproximadamente un cuarto iba a los granjeros de opio afganos.
- La Encuesta Nacional sobre el Consumo de Drogas y Salud del 2007 informó que existían 153 mil consumidores de heroína en los Estados Unidos en ese año. Otras estimaciones arrojan cifras tan altas como 900 mil consumidores.
- Los opiáceos, principalmente la heroína, estuvieron presentes en cuatro de cada cinco muertes relacionadas con drogas en Europa, de acuerdo al informe del 2008 del Centro Europeo de Control de Drogas y de Adicción a las Drogas.
- Los opiáceos, principalmente la heroína, figuraban en el 18% de las admisiones para tratamientos de drogas y alcohol en los Estados Unidos.
“Desde el día que comencé a usarla, nunca paré. A la primera semana ya había pasado de inhalarla por la nariz a inyectármela. Al mes ya era adicta a ella y me gasté todo mi dinero. Vendí todo lo que poseía de valor y al final todo lo que mi madre poseía. Al año, lo había perdido todo.
Vendí mi coche, perdí mi trabajo, me echaron de casa de mi madre, tenía una deuda en tarjetas de crédito por valor de 25 mil dólares, y vivía en las calles de Candem, Nueva Jersey. Mentí, robé, engañé.
“Fui violada, golpeada, asaltada, maltratada, arrestada, no tenía casa, estaba enferma y desesperada. Sabía que nadie podía vivir así por mucho tiempo, y supe que la muerte era inminente. Y de cualquier manera, la muerte era mejor que vivir como una adicta”. —Alison