Ketamina, categorizada como un “anestésico disociativo”,1 se utiliza en forma líquida o en polvo como un anestésico, generalmente en animales. Se puede inyectar, consumir en bebidas, inhalar, o añadirse a los cigarrillos o los porros. La Ketamina se incluyó en la lista de sustancias controladas en los EE.UU. en 1999. Los efectos a corto y largo plazo incluyen aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, náusea, vómitos, entumecimiento, depresión, amnesia, alucinaciones y problemas respiratorios potencialmente mortales. Los usuarios de Ketamina también pueden desarrollar ansias por la droga. En dosis altas, los usuarios experimentan un efecto denominado “Agujero-K”, una experiencia “fuera del cuerpo” o “cercana a la muerte”. Debido a la disociación, que crea el estado de ensueño, donde el consumidor tiene dificultades para moverse, la ketamina se ha utilizado como una droga que “facilita el ataque sexual”.
KETAMINA
- 1. anestésico disociativo: una droga que distorsiona la percepción de la vista y el sonido y produce sentimientos de desapego (disociación) con el entorno y con uno mismo.
NOMBRES CALLEJEROS
REFERENCIAS
- “Drug Scheduling,” U.S. Drug Enforcement Administration
- “Selected Prescription Drugs with Potential for Abuse,” National Institute on Drug Abuse
- International Narcotics Control Board
- Office of Drug Control Policy
- “Prescription Sedatives & Tranquilizers,” Partnership for
a Drug-Free America - Statement by Leonard J. Paulozzi before Senate Judiciary Subcommittee on Crimes and Drugs, 12 March 2008
- Center for Substance Abuse Research
- National Survey on Drug Use and Health 2007
- Suicidality, violence and mania caused by SSRIs: A review and analysis, P. Breggin.
- “Depressants,” US Department of Health & Human Services and SAMHSA’s National Clearinghouse for Alcohol & Drug Information
- “Prescription drugs a gateway for teen drug abuse,” Houston Chronicle, 4 September 2008