Efectos a corto plazo
La mayoría de los inhalantes actúan directamente sobre el sistema nervioso para producir efectos que alteran la mente. En segundos, el consumidor experimenta intoxicación y otros efectos similares a los del alcohol. Hay diversos efectos que se pueden experimentar durante o poco después del consumo, incluyendo:
- Habla confusa
- Apariencia borracha, mareada o aturdida
- Incapacidad de coordinar el movimiento
- Alucinaciones y delirios
- Hostilidad
- Apatía
- Juicio deteriorado
- Pérdida del conocimiento
- Severos dolores de cabeza
- Erupciones alrededor de la nariz y la boca
- Inhalar estos productos químicos de forma prolongada puede inducir a un latido del corazón irregular y rápido y conducir a una insuficiencia cardíaca y a la muerte en cuestión de minutos.
- Puede producirse la muerte por asfixia al sustituir el oxígeno por el producto químico primero en los pulmones y luego en el sistema nervioso central, de forma que cese la respiración.
Efectos a largo plazo
Consumidores a largo plazo han experimentado:
- Debilidad muscular
- Desorientación
- Falta de coordinación
- Irritabilidad
- Depresión
- Daños serios y a veces irreversibles en corazón, hígado, riñones, pulmones y cerebro
- Deterioro de la memoria, disminución de la inteligencia
- Pérdida del oído
- Daños en la médula ósea
- Muerte por insuficiencia cardíaca o por asfixia (pérdida de oxígeno)
El consumo crónico de inhalantes se ha asociado a una serie de problemas de salud graves. Inhalar pegamento y disolvente de pintura provoca problemas de riñones. Inhalar tolueno y otros disolventes causa daños al hígado. El abuso de inhalantes también ha resultado en deterioro de la memoria y disminución de la inteligencia.