COCAÍNA
“Crees que la coca aumentará tus percepciones, que te permitirá superarte a ti mismo, que serás capaz de controlar cosas. Es una crueldad sin sentido. Después de un tiempo, dejas de pagar tus facturas, no te bañas más, abandonas a tus amigos y a tu familia. Te llegas a quedar sólo y desvalido”. —Nigel
“Con la coca, eres como una palomilla atrapada en una lámpara. Te atrae más y más y no te puedes detener. No es algo físico. Esto está en tu cabeza. Mientras más tienes, más consumes. Yo me la he inyectado a mí misma cada diez minutos. Pedí un préstamo en el banco para comprarla. Un día quedé desempleada. Esto estaba peor. Solía inyectarme todo el tiempo. Esta cosa me volvió demente. Yo lo sabía, pero continué. Me volví un fracaso total”. —Marilyn
“Mi amigo tomó drogas durante cuatro años, tres de los cuales fueron drogas duras como la cocaína, el LSD, la morfina y muchos antidepresivos y analgésicos. Realmente cualquier cosa que pudiera caer en sus manos. Se quejaba todo el tiempo de terribles dolores en su cuerpo y simplemente se puso peor y peor, hasta que finalmente fue a ver a un doctor.
El doctor le dijo que no había nada que se pudiera hacer por él y que debido al deterioro de su cuerpo, no viviría mucho tiempo más. En pocos días, estaba muerto”. —Wayne
“Ya no tenía más futuro. No podía ver cómo escapar de mi dependencia a la cocaína. Estaba perdida. Estaba que explotaba y era incapaz de pararme en el consumo y abuso continuo de la cocaína. Tenía alucinaciones en las que animales se arrastraban bajo mi piel. Los sentía cada vez que me inyectaba y me rascaba con la punta de la jeringa hasta que empezaba a sangrar, tratando de hacerlos salir. Una vez estuve sangrando tanto que me tuvieron que llevar al hospital”. —Susan
“No toques la cocaína. Perdí dos años de mi vida en la cárcel a causa de esta droga. Y cuando salí, la vida era tan dura que empecé a tomar la droga de nuevo. Conozco diez chicas que se volvieron prostitutas a causa de la coca. Es mucho más peligrosa y degradante de lo que creemos. En ese momento no nos damos cuenta del grado en que nos está destruyendo”. —Shawne